Antonia tenia ganas de unas fotos que expresaran su luz, su alegría y frescura, lo cual a mi me enamoró. Esa melena cobriza enredada en los rayos de sol, su sonrisa y expresividad hizo que la sesión fuera muy divertida. Y aquí está el resultado, donde las dos quedamos encantadas. Disfruté con esa mezcla de colores, de sus gestos, y de esa sensación de ver como cada minuto que pasaba era más «ella» sintiéndose libre de expresar lo que le apeteciera. Al final nuestra conclusión fue «sesión fototerapia» jajaja.
Gracias Antonia por confiar en mi para retratar tu mirada, sé que te costó, pero también sé que te encantó.
Mil besOsssss
20 octubre, 2014
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